Alma viva: Una familia disfuncional vista a través del realismo mágico

Esta es una historia emotiva sobre una niña pequeña que se convierte sin querer en la mensajera de su fallecida abuela para poner orden en su familia. El filme portugués Alma viva, primer largometraje de la directora Cristèle Alves Meira, causó una muy buena impresión durante el pasado Festival de Cine de Cannes con su historia centrada en una niña encantadora que es parte de una familia peculiar en un pueblo pequeño.

La historia inicia en un verano en el que la pequeña Salomé (Lua Michel) regresa a su pueblo familiar enclavado en las montañas portuguesas para pasar sus vacaciones ahí, la niña tiene una relación muy cercana y especial con su abuela, una mujer cínica y de carácter fuerte pero noble que tiene ciertos conocimientos y práctica ciertas cosas que hacen que algunos en la zona, incluyendo a su propia familia, le consideren como una bruja.

Cuando repentinamente muere la matriarca de la familia, los y las integrantes de esta colapsan y poco a poco empiezan a salir resentimientos que han existido entre ellos y ellas desde hace mucho tiempo, lo cual hace que la despedida de la fallecida mujer se vuelva incómoda y por momentos para el espectador muy divertida gracias al tono de humor negro que se usa adecuadamente y que nos hace empatizar en cierta forma con los personajes a quienes vemos en pantalla, pues seguramente muchos hemos pasado por situaciones así de incómodas con nuestras propias familias.

Más allá de la incomodidad y el resentimiento que vemos entre la familia protagonista, el verdadero problema que surge tras la muerte de la abuela de Salomé es que algunas personas comienzan a externar sus verdaderos sentimientos hacia la fallecida mujer, la cual desde el más allá encuentra la forma de desquitarse a través de su inocente nieta, quien comienza a volverse un blanco para algunos habitantes del pueblo que la culpan de cosas malas que han comenzado a suceder en el lugar y que parece no pararán.

La directora encuentra hábilmente la forma de sumergirnos en un relato aparentemente sencillo a primera vista, pero que en realidad tiene muchas capas que logran profundizar en diversos temas, teniendo como hilo conductor las relaciones rotas entre los miembros de la familia disfuncional de Salomé. También es interesante ver cómo la realizadora usa atinadamente y en favor de su trama principal la muerte para marcarla como un nuevo inicio a partir de ella, ya que, al igual que en otras películas, aquí vemos cómo los hermanos y las hermanas que mantenían cierta distancia emocional consiguen una segunda oportunidad para reconectarse a partir de la muerte de su madre.

Lo que tenemos aquí es una película que logra salir adelante primero por su historia original y honesta, y después por las actuaciones de parte de su elenco, encabezado por la pequeña Lua Michel, quien realmente se lleva la cinta con su actuación en la que su inocencia siempre se mantiene a flote como principal virtud a pesar de estar a veces involucrada en situaciones no tan inocentes. Es fantástico ver cómo cada integrante del elenco cumple a la perfección con su papel para transportarnos a uno de muchos pueblos pequeños en los que todos se conocen entre sí y ponernos en medio de una familia como muchas con sus respectivos problemas.

Alma viva es una película maravillosa que logra atrapar al espectador con su historia familiar de catarsis que se sostiene en elementos sobrenaturales.

Por Jonathan Eslui (@JonathanEslui)