Ambulante 2013 | ‘Ai Weiwei: Never Sorry’: los motivos del artista disidente

Decir que Ai Weiwei es artista y disidente resulta una redundancia en la China de hoy. El partido comunista impone a sus más de mil millones de habitantes un estricto régimen que no deja espacio para la libertad de expresión.

Ai Weiwei es un arquitecto y artista plástico conocido mundialmente por su incansable labor como promotor del cambio ideológico en su país. Su obra ha trascendido debido a su fuerte crítica y constantes desafíos al sistema político y cultural chino, aspectos que son retratados en Ai Weiwei: Never Sorry, el primer documental de la joven periodista estadounidense Alison Klayman.

A lo largo de sus casi dos horas la cinta nos permite asomarnos a aspectos íntimos de la vida del artista, como la planeación y preparación de sus exposiciones para la Tate Modern de Londres, su confrontación con las autoridades por el uso propagandístico de los juegos olímpicos de Beijing (para los que diseñó el emblemático Estadio Nacional, o ‘estadio del nido’) y  la denuncia de casos de abuso de poder (si creían que levantar un acta en un MP en el DF era un viacrucis es que no lo han intentado en Shanghai) o los instantes que comparte con su pequeño hijo.

Never Sorry es también un asomo a las motivaciones del disidente, “Ai Weiwei es a la transparencia lo que los artistas eran a la libertad en los 60”, dice uno de los curadores entrevistados por Klayman, y es en esa órbita que gira buena parte de su obra: la búsqueda de la apertura gubernamental a la información pública.

Dichas motivaciones tienen sus raíces en la infancia de Ai, donde su padre, un prominente poeta, fue perseguido por el régimen y condenado a 9 años de reeducación en campos de trabajo, así como en su paso por NY en los años 80, donde tuvo sus primeros encuentros directos con las libertades civiles y el arte contemporáneo.

Durante más de 5 años Weiwei fue uno de los bloggers chinos más leídos en el mundo, sin embargo su blog fue cerrado luego de que consiguiera recolectar los nombres de más de 5,000 niños que perdieron la vida en 2009 durante un terremoto porque sus escuelas colapsaron debido al negligente y pobre control impuesto por las autoridades en materia de construcción. El gobierno chino se empeñaba en mantener en secreto el número de víctimas, pero una red de voluntarios convocados por el artista logró levantar el censo, hacerlo público y realizar una instalación para recordar a los pequeños.

La abierta crítica al sistema chino le valió a Weiwei una detención por un periodo de 8 meses que comenzó en abril de 2011 y culminó con un arresto domiciliar y una restricción judicial para dar entrevistas y utilizar redes sociales, de las que es un asiduo usuario, particularmente Twitter.

Never Sorry nos permite ver los aspectos más humanos del personaje, su profundo respeto a la vida y su valentía para enfrentarse a la censura aún a costa de sus libertades. “¿Cómo es que no tiene miedo?”, le preguntan en una entrevista, a lo que respondió “Todo lo contrario, tengo mucho miedo, pero es el miedo el que me hace actuar, si no lo hago los peligros se vuelven más grandes”.

Al ser cuestionado sobre el premio al artista más poderoso de 2011 que le otorgó Art Review, Weiwei dijo con tono apagado “quizá ser poderoso es ser frágil”, una atinada referencia que permea su obra.

Por Carlos Morales (@spacemono)

 

Ai Weiwei: Never Sorry OFFICIAL TRAILER from Ai Weiwei: Never Sorry on Vimeo.

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