Actividad Paranormal 3: Negocio redondo

Dice una vieja frase, de esas que usan las abuelitas, más vale viejo por conocido que nuevo por conocer.Ésa es la única forma en que podemos explicar el éxito de Actividad Paranormal 3 (Paranormal Activity 3, 2011), si es que hay forma de explicarlo.

A esta altura de la vida, estoy prácticamente seguro que alguien les ha contado la anécdota que detona Actividad Paranormal –en sus tres partes–. Si no la conocen porque viven en un iglú, es sencilla: una familia de clase media que vive tranquilamente comienza a escuchar ruidos en su casa y el padre, siempre precavido, decide instalar cámaras para monitorear lo que sucede. Eso que graban las cámaras de seguridad es lo que nosotros vemos y en teoría es la cinta que “alguien” encontró.

Ya en un texto sobre Actividad Paranormal 2 hablé de cómo la saga se aprovechaba de lo mejor de El proyecto de la Bruja de Blair (The Blair Witch Project, 1999) y lo trasladaba a un entorno casero.Lo verdaderamente curioso de esta tercera parte se que a pesar de la repetición sigue teniendo éxito.

En su primera semana de cartelera en EU recaudó cerca de 50 millones de dólares.En México, según las cifras de CANACINE, logró la nada despreciable cantidad de 40.67 millones de pesos. En ambos países fue líder de recaudación en cartelera.

Estamos ante un fenómeno extraño.Entiendo por qué sus productores nos siguen entregando películas que se ven igual, narran y cuestan lo mismo. Para la tercera parte invirtieron 5 millones de dólares.Hagan cuentas, si yo fuera alguno de los inversionistas obvio que no dejaría de producirlas.

¿Pero el público?

En la página especializada en cine rottentomatoes.com Actividad Paranormal 3 tiene un buen raiting con la audiencia (69%) y con la crítica especializada americana (68%), entiendo lo de los asistentes, lo de los críticos me resulta esquivo.

He visto las últimas dos cintas en el cine y a nivel personal me han arrancado más risas que sustos, pero hay gente en la sala que en verdad tiembla de miedo, grita y salta ante lo que ve en pantalla. Esto lleva a la conclusión de que Actividad Paranormal 3 es, como diría mi padre, como las mentadas de madre y las llamadas a misa: el que quiere les hace caso y el que no, pues no.

Aquellos que asisten verdaderamente convencidos de que van a ser asustados, mojaran sus interiores y al salir le dirán a sus familiares y conocidos que nunca se habían asustado tanto en el cine, inclusive que ante el horror no pudieron terminar de ver el filme, tendrán exactamente lo que fueron a buscar.

Los demás solo rían, disfruten la compañía y los buenos chistes, cómprense unos nachos o piensen en cómo es que a ellos se les ocurrió este negocio tan prolífico y a ustedes no. Ya lo dijo Borat: “There are no fat people in the Paranormal Activity movies because they look hilarious being pulled down stairs”.

Nothing more, nothing less.

Por Rafael Paz (@pazespa)

Publicado anteriormente en Render Magazine

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