Wes Anderson es bien conocido por el sello que ha plasmado en cada uno de sus filmes, desde la temática —de lo que, por cierto, ya habló Rafael Paz en alguna entrada anterior— la psicología de los personajes, la refinada estética cinematográfica, el reparto limitado pero con gran calidad y, por supuesto, la selección musical que elige para conformar la banda sonora que acompaña a cada una de sus obras.

En esta ocasión nos encontramos ante el soundtrack de La Vida Acuática con Steve Zissou (Life Aquatic with Steve Zissou, 2004), cinta que, si bien no es la que representa en su totalidad el potencial realizador de Anderson, sí es una muestra digna de observar y disfrutar, sin quedarse con un mal sabor de boca. Sobre todo, la banda sonora que, a diferencia de la que existe en los demás filmes del director estadounidense, tiene distintos canales por los cuales abordar.

En primer lugar, está la aportación de Mark Mothersbaugh quien, previamente, también colaboró con Anderson en Bottle Rocket (1996), Rushmore (1998) y Los Excéntricos Tenenbaum (The Royal Tenenbaums, 2001). Mothersbaugh logra crear un atmósfera precisa para las distintas escenas del filme a través de sus eclécticos arreglos, que van desde pasajes sencillos, pero que fácilmente entran dentro de lo clásico en arreglos de cuerdas e instrumentos de viento, hasta piezas electrónicas que en algún momento llegan a recordar la música de los videojuegos de finales de los 80 y principios de los 90.

Por otro lado, el soundtrack incluye un par de temas de Sven Libaek, un viejo lobo de mar australiano, reconocido por su trabajo como compositor de música para cine y televisión. Los temas que se incluyen de él fueron escritos originalmente en 1973 para una serie de televisión australiana llamada Inner Space, pero dentro del filme de Anderson quedan a la perfección.

Canciones de Devo (agrupación de la que el mismo Mark Mothersbaugh es fundador), Joan Baez, Iggy & The Stooges, Paco De Lucia, Scott Walker, The Zombies y el mismo David Bowie, integran el demás repertorio de esta banda sonora. Es una lástima que dentro de este material no se encontrara la pieza Starálfur, del grupo islandés Sigur Rós, que sonoriza bellamente una de las partes más importantes del filme.

Por último y, posiblemente lo más enriquecedor que dejó la conjunción del largometraje con su banda sonora, fue la participación de Seu Jorge, músico brasileño que dentro de la cinta actúa como el tripulante Pelé Dos Santos y que esporádicamente se la pasa interpretando con su guitarra canciones de David Bowie traducidas al portugués. Precisamente de esta participación fue que se desprendió un soundtrack “alternativo” de Life Aquatic, que incluye un repertorio de canciones clásicas de Bowie interpretadas por este brasileño y que fueron grabadas durante la filmación de la cinta.

El soundtrack de Life Aquatic es un buen material para escuchar, pero, si caemos en comparaciones, fácilmente llegaremos a la conclusión de que la aportación de Seu Jorge, al lograr exprimir con sencillez y emotividad las grandes canciones del camaleón del rock, nos obliga a no pasarlo por alto y hacerlo imprescindible en nuestra biblioteca musical.

Por Antonio Millán (@pinomillan)

    Related Posts

    El choque de las paradojas: 4 cuentos de Roald Dahl por Wes Anderson
    Croissants desde Cannes 2023 – Día 5
    La Crónica Francesa: El tiraje infinito
    Diarios de Cannes – Día 6
    50 películas para el 2020
    Otra mirada a ‘Isla de perros’: Nobleza y democracia canina

    Leave a Reply