El maestro Michelangelo Antonioni hubiera cumplido 102 años. Explorador de atmósferas asfixiantes y los límites narrativos del cine, la filmografía de Antonioni mantiene su hipnótico encanto a pesar de los años y su estatus vanguardista. Para celebrar su cumpleaños les recomendamos tres clásicos para que se adentren en el mundo dibujado por el cineasta italiano o, en su caso, se inicien en una obra que no tiene empacho. ¡Provecho!
- L’avventura | 1960
Esta obra maestra de Antonioni comienza con un misterio. En un viaje por el Mediterráneo una mujer se pierde en una pequeña isla, su pareja y su mejor amiga inician la búsqueda hasta empezar a sentir atracción uno por el otro. En La aventura Antonioni aborda uno de los temas centrales de su filmografía: el hastío, los personajes centrales de la cinta son un par de seres humanos aburridos con la vida, que sólo parecen salir del estupor ocasionalmente sin dejarlo del todo. En esta “aventura” parece no suceder nada y, sin embargo, está pasando todo.
- Blowup | 1966
¿Hubo un asesinato o no lo hubo? Sí, no. El protagonista de Blowup es un popular fotógrafo londinense que disfruta de vivir entre modelos y fiestas, un día toma una serie de fotografías en el parque y al revelarlas descubre que su lente pudo haber captado un asesinato, o tal vez no captó nada. Caminando con seguridad entre la incertidumbre de su conflicto, Antonioni imparte una clase de gramática cinematográfica, deleitándose con planos secuencias o acelerando la edición para capturar el estado mental de su protagonista. Es sin duda uno de los trabajos más influyentes del maestro italiano, incluso hace no mucho vimos un pequeño homenaje a sus adolescentes que juegan tenis invisible en la igual de cautivante Leones de la argentina Jazmín López.
- La notte | 1961
Comandada por tres gigantes de la actuación –Jeanne Moreau, Marcello Mastroianni y Monica Vitti–, La noche retrata un día completo en la vida de una pareja que ve como su relación se desmorona poco a poco de manera inevitable. Compartiendo el tema del hastío y la dificultades de conformar una pareja, este melodrama podría dejar una primera impresión extraña, después de todo tres grandes actores aparecen a cuadro sin emociones, o casi, deambulando como espíritus. Antonioni nunca tuvo miedo de alienar a su audiencia, de retarla a probar lo insípido de la existencia y aquí lo demuestra probando atmósferas y sumergiéndonos poco a poco en un entumecimiento desolador.
